Estos son los recuerdos que me quedan de un viaje a Galicia de principios de los ochenta
Somos niños especiales
lo hacemos en orinales
que para mayor placer
arrastramos por doquier.
Nosotros, bazofia podrida,
somos la chusma elegida
para poder bacilar
de vivir sin trabajar.
Pretendemos ser osados,
limpios y disciplinados;
siempre nos cantan los pies,
todo nos sale al revés.
Presumimos de valientes,
de guaperas y potentes,
pero a la hora de la verdad,
somos una nulidad.
Queremos pasar de todo,
revolcarnos por el lodo,
confundirnos con la escoria
y olvidarnos de la gloria.
Nos gustan las papas fritas
y las muchachas bonitas,
pero somos tan parados
que no probamos bocado.
Pasamos por arrogantes,
cínicos y petulantes;
más si se muestran amables,
somos seres adorables.
Nos salimos de la norma,
vestimos de cualquier forma;
una chaqueta arrugada
y una camisa gastada.
Despreciamos el dinero,
más perdemos el trasero
por percibir el hedor
de unos sobacos en flor.