lunes, 22 de abril de 2013
Tortilla de espinacas
Los hospitales son los templos del dolor, los milagros de la ciencia y últimamente de los recortes. El hospital de Bellvitge es una especie de torre gemela huérfana y desgarbada en el que las batas blancas se mezclan con los abrazos de consuelo de familiares de enfermos moribundos, rostros satisfechos por una franca mejoría e inquietantes carteles de sindicatos y asociaciones de defensa de la sanidad pública que ponen al señor Boi Ruiz y compañía en la picota de los indeseables.
En este contexto decidí reponer fuerzas en la cafetería. La larga cola mereció la pena. El bocadillo de tortilla de espinacas con piñones y queso tierno fue toda una agradable sorpresa. El café con leche descafeinado también estaba muy bueno. Mi familiar hacía buena cara y sea por la mejora o para adelagazar la lista de espera saldrá mañana mismo del hospital.