jueves, 18 de abril de 2013
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
Tras varios días de ducharme con agua fría y comer yogures caducados acabé sintiéndome fatal. Me temblaban las piernas como si hubiera pasado unas felices vacaciones con Olvido Hormigos. Pero al mismo tiempo un desagradable dolor gástrico se mezclaba con unas diarreas de caballo. En el ambulatorio el administrativo me dió cita para dos semanas. Pero a los dos días no aguanté más y me fuí a urgencias. Como afortunadamente no tenía ningún dolor torácico me chupe 12 horas de espera. De vez en cuando tomaba un bebida caliente o alguna chuchería de la máquina y poco después lo vomitaba o lo expulsaba en forma de líquido marronoso y pringoso. No vean como dejé el lavabo. Las restricciones habían recortado el horario del servicio de limpieza y los efectos secundarios se notaron entre otros lugares en los servicios. Al fin me visitaron. El trato fue profesional y exquisito. Me diagnosticaron el síndrome del ministro Cañete y me recetaron medicación para las diarreas, los resfriados y los ataques de nervios. El recepcionista me inivitó a firmar una factura a nombre del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Al salir del centro médico me topé con esta plantilla y la fotografié. ¿Les gusta o acaso prefieren las duchas frías y los yogures caducados? Ustedes mismos.